A pesar de que las emociones tienen características únicas y propias para ayudarnos a diferenciarlas unas de otras, me he dado cuenta en terapia y en mi propio sentir que cuando existe una emoción que resulta incómoda, esta se confunde con alguna otra o incluso pareciera desaparecer del todo, como si nunca hubiera existido.
Las emociones son reacciones neuropsíquicas, es decir, energía. La ley de Lavoaseir dice que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma, entonces: ¿a dónde se va toda esa energía?, ¿cómo es posible que alguien confunda una emoción con otra?, ¿cuáles son para empezar las emociones básicas?, ¿cómo se empieza a trabajar una emoción?, ¿cuál va primero y cuál va después? y lo más importante ¿cómo es que no sabemos este tipo de información que es básica y que debería ser considerado de "cultura popular"?.
La respuesta es tan simple como que las emociones al no ser reconocidas y vividas permanecen presentes esperando poder completarse, es decir, la energía solamente se manifiesta de otras formas, metiendo a la persona en problemas en el proceso, lo más común es un alto índice de "aparente confusión general" respecto a lo que se siente; en caso más extremos podremos encontrar enfermedades como gastrítis, dolores de cabeza, infecciones continuas e incluso manifestaciones de hérpes, además de una serie de problemas en la dinámica y en la relación con los otros, ¡y todo debido a un inadecuado manejo emocional!.
Por eso en esta entrada te comparto 5 secretos sobre las emociones que guarda una botella de corcho, para que conozcas un poco más de lo que día a día trabajo en consulta con mis pacientes y además puedas comenzar a ayudarte a ti mismx.
Secreto 1: El enojo abre paso a la tristeza
Imagina que tienes una botella de corcho del mejor vino, ¿qué sería lo primero que tendrías que hacer para poder beberlo?, quitar el corcho, ¿verdad?. Con el enojo ocurre de misma similar; el enojo es como el corcho de la botella, si no quitamos el corcho no podremos disponer del contenido, que en este caso es la tristeza. Pero, ¿cuál sería el equivalente emocional de "quitar el corcho"?, es decir, concretamente ¿qué se tiene que hacer?; al igual que querer beber el vino y querer quitar el corcho, así debe hacerse con las emociones, de modo que "querer ver/ aceptar el enojo" es quitar el corcho. La dificultad de ver el enojo es que al aceptarlo, oficialmente lo hacemos real y esos momentos no suelen ser muy agradables ("porque el enojo es malo", "porque yo debo ser bueno", etc.). Perls incluso lo ilustra con la frase "el orgullo y la memoria estaban discutiendo; la memoria dijo 'así fue' y el orgullo dijo 'no, así no fue' y la memoria se rindió".
> En resumen: quita el corcho, céntrate en el enojo que abre paso a la tristeza.
Secreto 2: La tristeza abre paso a la felicidad
Una vez que hayamos quitado el corcho del enojo, lo que sigue es comenzar a beber el vino y al igual que no vamos a beber la botella entera de un trago, ni forzados por alguien más, sino servido dosificado en una copa y por voluntad propia, así mismo pasa con la tristeza. La tristeza llega y se va sola, lo único que se debe hacer es tener disponibilidad para dejarla llegar sin frenarla ("porque yo soy fuerte", "porque los adultos no deben llorar", etc.), es decir, mantener abierta la botella para poder continuar sirviendo y bebiendo el vino.
> En resumen: mantén abierta la botella, deja llegar la tristeza que abre paso a la felicidad.
Secreto 3: La llave de la felicidad abre el cofre del aprendizaje
Paulatinamente en el fondo de la botella podremos encontrar la llave de la felicidad, que caerá junto con con las últimas gotas de vino directamente en nuestra copa una vez que acabemos con el contenido de la misma. ¿Alguna vez has escuchado la expresión "la llave de la felicidad"?, con esta información es fácil comprender que no existe una llave para la felicidad, sino que la felicidad es la llave misma, que en este caso nos ayuda a abrir el cofre en el que encontraremos los aprendizajes necesarios para poder valorar los hechos sucedidos de manera fructífera para nosotros y ya no con enojo ni tristeza, ¡ya que no habría más enojo ni tristeza!. A esto se le llama en psicología desde una visión existencialista "capitalizar el pasado" o "sacar lo bueno de lo malo de nuestra historia personal de vida". La felicidad nos ayuda a comprender que si bien la botella en algún momento representó angustia y un problema a resolver, una vez vacía y limpia puede ser reutilizada de maneras que sean útiles para nosotros.
> En resumen: usa la felicidad para "sacar lo bueno de lo malo".
Secreto 4: El miedo no anda en burro
El miedo se encuentra todo el tiempo atento para protegernos de cualquier peligro y de cualquier situación que pudiera resultar incómoda para nosotros y es porque el proceso emocional no siempre resulta agradable que el miedo interviene, pudiendo frenar el avance. El miedo puede presentarse en cualquier parte del proceso emocional, pudiéndonos dar miedo quitar el corcho del enojo, beber el vino de la tristeza o usar la llave para abrir el cofre del aprendizaje.
Si el miedo es un problema, entonces ¿cómo se evita el miedo?; la idea de querer evitar sentir miedo como cualquier otra emoción es una idea no solo errada sino también perjudicial, ya que no podemos elegir sentir las emociones pero si el cómo reaccionamos ante ellas y las manejamos. El manejo en este caso radica en comprender que si bien vivenciar las emociones puede llegar a ser difícil, esta experiencia no nos va a matar, por el contrario, evitar sentirlas puede con el tiempo, al igual que cualquier trastorno o enfermedad, llevarnos a la muerte.
Es importante valorar que el miedo nos puede frenar, pero también debemos reconocer que esta emoción nos protege y además genera un punto de referencia para poder acceder al extremo opuesto que es la valentía, que sin el miedo, no podríamos tocar.
> En resumen: es inevitable sentir temor, si tienes miedo, hazlo con miedo.
Secreto 5: El asco tampoco anda en burro
Al igual que el miedo, el asco puede presentarse en cualquier parte del proceso emocional, pudiendo generar dificultad para vivenciar ciertas emociones debido al desagrado que pudiera existir ante la sensación de las mismas. Estos desagrados suelen ser aprendidos durante la vida a través de la propia experiencia al igual que por la convivencia y el aprendizaje de los mismos observado en los otros.
El asco nos ayuda a alejarnos de aquello que puede hacernos daño; la dificultad ocurre cuando deseamos alejarnos de alguna emoción que no nos agrada pero que sin embargo es de utilidad para la vida diaria; por ejemplo, una persona que repudia el enojo y se aleja de él voluntariamente podría verse desprovista si la situación exige actuar con firmeza, dureza y fuerza, facultades que nos concede dicha emoción para hacer frente a determinados problemas; es como si el corcho se atorara y se requiriera fuerza para sacarlo; otro ejemplo es la tristeza, que puede ser repudiada, de modo que cuando exista verdadera necesidad de sentirse débil, vencido, cansado, etc., la persona podría vivenciar dificultad para actuar de esa manera, agotando de esta forma su vida en el intento de actuar siempre fuerte; es como si se tuviera la botella ya abierta y la copa servida pero el vino generara asco, haciendo imposible poder conseguir la llave de la felicidad.
El proceso del trabajo del asco emocional consiste en la aceptación de todo aquello que es nuestro y que hemos rechazado, quedándonos por ende cada vez un poco más vacíos, lo que da lugar a los huecos de la personalidad y crisis existenciales que las personas a veces sienten. Con ayuda de la aceptación, podemos rellenar esos huecos para poder disponer de nuestras emociones y conductas para hacer frente a las adversidades de la vida conforme consideremos conveniente en lugar de quedarnos en un solo extremo y ser "siempre fuertes", "siempre débiles", "siempre buenos", etc.
> En resumen: aprende a aceptarte, recupera lo que es tuyo, úsalo y sientete orgullosx de ello.
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Escribo esta información ya que es algo que he visto constantemente en terapia, que he aplicado a mi propia vida y que me ha servido. Me considero enemigo de la desinformación sobre las emociones y me encantaría que más personas pudieran conocer mínimo cierta información básica que pueda ser de utilidad y guía en los momentos difíciles.
Si tienes dificultades emocionales, espero que esta información te puede ayudar y si estás pensando asistir a terapia que te sirva para poder llegar un poco más preparadx respecto a lo que vas a trabajar y cómo lo vas a hacer.
Tu visita es muy importante para mi. Agradezco muchísimo tu interés. Gracias por leer!